jueves, 24 de mayo de 2012

Un sitio web recrea la Revolución de Mayo y propone seguir a los próceres en Twitter

http://www.lacapital.com.ar/informacion-gral/Un-sitio-web-recrea-la-Revolucion-de-Mayo-y-propone-seguir-a-los-proceres-en-Twitter-20120524-0045.html

lunes, 21 de mayo de 2012

Eduardo Galeano. “Las venas abiertas de América Latina”



“Es América Latina, la región de las venas abiertas. Desde el descubrimiento hasta nuestros días, todo se ha transmutado siempre en capital europeo o, más tarde, norteamericano, y como tal se ha acumulado y se acumula en los lejanos centros de poder. Todo, la tierra, sus frutos y sus profundidades ricas en minerales, los hombres y su capacidad de trabajo y consumo, los recursos naturales y los recursos humanos. El modo de producción y la estructura de clases de cada lugar han sido sucesivamente determinados, desde fuera, por su incorporación al engranaje universal del capitalismo. A cada cual se le ha asignado una función,  siempre en beneficio del desarrollo de la metrópoli extranjera de turno, y se ha hecho infinita la cadena de las dependencias sucesivas, que tiene mucho más de dos eslabones, y que por cierto también comprende, dentro de América Latina, la opresión de los países pequeños por sus vecinos mayores y, frontera adentro de cada país, la explotación  que las grandes ciudades y los puertos ejercen sobre sus fuentes internas de víveres y mano de obra…
            Para quienes conciben la historia como una competencia, el atraso y la miseria de América Latina no son otra cosa que el resultado de su fracaso. Perdimos; otros ganaron. Pero ocurre que quienes ganaron, ganaron gracias a que nosotros perdimos: la historia del subdesarrollo de América Latina integra, como se ha dicho, la historia del desarrollo del capitalismo mundial. Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus caporales nativos. En la alquimia colonial y neocolonial, el oro se trasfigura en chatarra, y los alimentos se convierten en veneno. Potosí, Zacatecas y Ouro Preto cayeron en picada desde la cumbre de los esplendores de los metales preciosos al profundo agujero de los socavones vacíos, y la ruina fue el destino de la pampa chilena del salitre y de la selva amazónica del caucho; el nordeste azucarero de Brasil, los bosques argentinos del quebracho o ciertos pueblos petroleros del lago de Maracaibo tienen dolorosas razones para creer en la mortalidad de las fortunas que la naturaleza otorga y el imperialismo usurpa. La lluvia que irriga los centros del poder imperialista ahoga los vastos suburbios del sistema. Del mismo modo, y simétricamente, el bienestar de nuestras clases dominantes –dominantes hacia dentro, dominadas desde  fuera- es la maldición de nuestras multitudes condenadas a una vida de bestias de carga.”   

martes, 15 de mayo de 2012

Juana Moro de López “La emparedada"


Nacida en Jujuy, durante las guerras de independencia, lideró en Salta, junto con Doña Loreto Sanchéz de Peón, una red de espionaje femenina conocida como Las Mujeres de la Independencia.
En el año 1814, después de invadir Jujuy y Salta, el Jefe realista, Joaquín de la Pezuela, le informa al virrey del Perú:
«Los gauchos nos hacen casi con impunidad una guerra lenta pero fatigosa y perjudicial. A todo esto se agrega otra no menos perjudicial que es la de ser avisados por horas de nuestros movimientos y proyectos por medio de los habitantes de estas estancias y principalmente de las mujeres, cada una de ellas es una espía vigilante y puntual para transmitir las ocurrencias más diminutas de éste Ejército».
La comunicación, interceptada por los patriotas, es un claro testimonio de la actuación de las mujeres. Una de las que desvelaba al jefe realista era la jujeña Juana Moro de López, delicada dama que humildemente vestida se trasladaba a caballo espiando recursos y movimientos del enemigo.
En una oportunidad fue apresada y obligada a cargar pesadas cadenas, pero no delató a los patriotas. Sufrió el castigo más grave. Cuando Pezuela invadió Jujuy y Salta. Juana fue detenida y condenada por espionaje a morir tapiada en su propio hogar. Días más tarde una familia vecina, condolida de su terrible destino, oradó la pared y le proveyó agua y alimentos hasta que los realistas fueron expulsados.
Fue emparedada a los 29 años, pero murió centenaria. A consecuencia de la difícil situación que atravesó fue su apodo: «La Emparedada».

Macacha Güemes




Magdalena (Macacha) Güemes de Tejada. Hermana del general Martín Miguel de Güemes, de cuya acción en pro de la independencia fue eficaz colaboradora. Nació en Salta el 11 de diciembre de 1787 y era hija de María Magdalena Goyechea y de la Corte y Gabriel Güemes Montero, tesoro de la Real Hacienda. Recibió la educación habitual para las mujeres de su época y oposición, pero poseía cualidades propias que le permitieron descollar en un medio rico en mujeres de personalidad.
El 24 de octubre de 1803 se casó con Román Tejada, perteneciente a una antigua familia de Salta.
Poco después de la Revolución de Mayo, convirtió su casa en taller para confeccionar ropa para los soldados de la partida de observación organizada por su hermano. A partir de entonces fue su más entusiasta colaboradora, y supo sacar partido de su inteligencia y su posición para desempeñar tareas arriesgadas, especialmente cuando los realistas ocupaban la ciudad de Salta y Güemes los combatía por todos los medios.
Dotada de habilidad política, la puso al servicio de su hermano en los momentos difíciles, como en 1815, cuando gracias a sus gestiones se llegó a la paz de los Cerrillos, luego de la delicada situación surgida entre Güemes y las fuerzas de Buenos Aires al mando del general Rondeau. Güemes se encontraba con ella cuando una partida realista lo atacó e hirió, en Salta, el 7 de junio de 1821, causándole la muerte en pocos días después. Macacha continuó participando en los sucesos políticos de la provincia, con la audacia que la caracterizaba.
Fue muy querida por el pueblo debido a la generosidad con que ayudaba a los necesitados.
Falleció en Salta el 7 de junio de 1866.

Eulalia Ares



Eulalia Ares fue una catamarqueña que en 1862 encabezó una revuelta conocida en la historia de Catamarca con el nombre de "Revolución de las Mujeres", por la cual restableció el orden constitucional y se convirtió en gobernadora de hecho las pocas horas que precisó para normalizar la situación y entregar el mando.
Eulalia Ares nació en Ancasti, Provincia de Catamarca en 1809, hija del español Pedro Ares y de la catamarqueña Trinidad Díaz de la Peña, descendiente del unitario Miguel Díaz de la Peña. Se educó en el Colegio de las Carmelitas. Mujer de carácter, acostumbrada a manejar los negocios dejados por su padre al fallecer, en 1828 a la muerte de su madre Eulalia Ares se hizo cargo de sus hermanas menores, Justa, Carlota y Carmen. El año anterior, 1827, había casado con el teniente José Domingo Vildoza (o Bildoza), hacendado de Ipizca, con quien tuvo siete hijos.
En los estertores de la Guerra entre la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires, en el norte del país las fuerzas santiagueñas y tucumanas favorables a Bartolomé Mitre triunfaron en la batalla de El Ceibal frente al ejército federal enviado por el presidente Santiago Derqui.
La fidelidad a la causa federal se mantuvo algún tiempo en Catamarca, La Rioja y Salta. El gobernador interino tucumano José María del Campo apoyado en las milicias del sur de la provincia y las de Santiago del Estero, Córdoba y Santa Fe se decidió a enfrentar la amenaza salteña, pero el gobernador de esa provincia se avino a un arreglo pacífico, que terminó en la elección de José Uriburu como gobernador provincial el 13 de mayo de 1862.
La invasión a Tucumán de Celedonio Gutiérrez apoyado por el gobernador de Catamarca Samuel Molina en combinación con Ángel Vicente Peñaloza, obligó a movilizar a la Guardia Nacional que con compañías de los regimientos de Monteros y Famaillá permitió detener el ataque en el combate de Río Colorado (Famaillá). Mitre decidió finalmente intervenir en el norte para asegurar acuerdos con las provincias de la región y nombró comisionado al gobernador de Córdoba Marcos Paz.
El gobernador Samuel Molina renunció el 1 de febrero de 1862 siendo electo por la legislatura en su reemplazo Francisco Ramón Galíndez. Marcos Paz continuó sin embargo su marcha y al llegar con sus tropas a Catamarca los últimos jefes del partido federal abandonaron la provincia. Galíndez resignó el poder en Moisés Omill quien el 3 de marzo de 1962 convocó a elecciones, resultando electo José Luis Lobo, quien dispuso la cesantía de todos los funcionarios y empleados de la administración anterior y la formación de una legislatura liberal, la que eligió el 1 de abril como gobernador interino a Moisés Omill, con lo que Marcos Paz regresó finalmente a Córdoba.
Mientras, en Tucumán, Benjamín Villafañe envió finalmente su renuncia formal y la legislatura provincial presidida por José Posse confirmó como gobernador propietario a José María del Campo.
Sin embargo, la situación pronto se ensombrecería nuevamente, motivada esta vez por la lucha por la hegemonía regional entre las dos provincias centrales del nuevo régimen en el norte, Tucumán y Santiago del Estero. El disparador sería la lucha por la candidatura a la vicepresidencia de la nación.
Las opciones para acompañar a Mitre eran tres: la de Domingo Faustino Sarmiento, la de Marcos Paz y la de Manuel Taboada. Mientras por supuesto Santiago apoyaba a Taboada, del Campo y Posse impulsaban la de Sarmiento. En Tucumán no había acuerdo en esto y los círculos liberales tucumanos dirigidos por José Frías promovían la candidatura de Marcos Paz, por lo que del Campo finalmente se alineó con Marcos Paz, ya que lo que en realidad contaba era frenar la candidatura de Taboada.
La vecina provincia de Catamarca, que aportaba diez electores a la Asamblea que definiría la vicepresidencia, se convertiría en el campo de batalla de esa lucha. Depuesto el gobernador Samuel Molina, asumió la gobernación interina Moisés Omill, allegado a del Campo y a Posse.
En 1862 Ramón Rosa Correa, apoyado por los Taboada derrotó en las elecciones al gobernador provisional y candidato a titular Moisés Omill, apoyado por del Campo. Pero Correa había obtenido 15 votos entre los electores y Omill 13.
Apoyándose en el hecho de que Ramón Rosa Correa no había obtenido mayoría absoluta, los dos tercios de la asamblea electoral según lo marcaba la constitución provincial, Omill vetó la sanción de la Legislatura, y para consolidar su posición expulsó a jueces opositores y a cinco diputados y tras reemplazarlos por sus partidarios, hizo declarar nulo el nombramiento de Correa.
Mientras los Taboada apoyaban la elección de Correa "por creerla de todo punto legal" e Isidoro López demandaba intervención del gobierno nacional, y en Catamarca Omill pedía armas al gobernador del Campo, Correa se puso de acuerdo con el Comandante General de Armas de la provincia Domingo Vildoza y los comandantes Melitón Córdoba y Luis Quiroga para deponer a Omill.
Antes de que pudieran reunírsele las fuerzas de Melitón Córdoba y Luis Quiroga en Chiflón, al pie de las cuesta del Portezuelo, el 1 de julio las tropas de Vildoza fueron dispersados por el batallón de guardiacárceles al mando del mayor Eustafio Maturana, quien el 6 de julio derrotó en el combate de Sumampa a Córdoba y a Quiroga.1
La intervención del gobernador del Campo en el conflicto catamarqueño movió a los liberales tucumanos encabezados por José Frías, Julián Murga y Pedro Garmendia a manifestar a Marcos Paz su desacuerdo poniendolo al tanto de que "el gobernador Campo, don Felipe Posse y el ministro Granillo han pretendido sostener con fuerza armada al gobernador Omill de Catamarca, en competencia al gobernador de Santiago que sostenía al gobernador Correa. Una fuerte resistencia han encontrado en la comisión de la Honorable Sala que prestaba su dictamen en contrario y en los ciudadanos más notables" y afirmando que "el gobernador Campo, entusiasta por la milicia para dar importancia a esta provincia con la fuerza, olvida que las instituciones dan más importancia que las armas".
En respuesta, el 21 de julio del Campo manifestaba a Paz que "Manuel Taboada (…) cuando se ha convencido de que acá (en Tucumán) no ha de obtener votos para la vicepresidencia ha resuelto a romper (con nosotros) con la doble furia de haber sido vencido en Catamarca después de haber prestado auxilios al Sr. Correa. Por nuestra parte sólo hemos contribuido a favor de Omill (…) y contamos allí con un buen amigo. Mis trabajos sobre la elección de vicepresidente he extendido hasta Salta, Jujuy, Catamarca y La Rioja donde ha marchado mi ministro el Dr. Granillo, como quien ejercía el oficio de comisionado cerca del gobernador de Catamarca, para terminar la cuestión de aquel pueblo. No se descuide de hablar con el Gral. Mitre de la conducta vil de los santiagueños que deprimen gratuitamente a hombres de honorables antecedentes".
El 28 de julio José Posse agregaba en carta a Paz "desgraciadamente esos hombres (los Taboada) encontrarán a quien los defienda en Buenos Aires pero ya vendrá el desengaño para todos. Es preciso sostener a Omill… Si los Taboada lograsen permanecer con su influencia en Catamarca tendríamos muy cerca de nosotros el peligro. Hoy mismo están ya haciendo una colonia de mazorqueros en Santiago (…) la influencia de Taboada en Catamarca se la teme más que la de Gutiérrez".
Ante la falta de reacción de los partidarios de Correa, a los que calificaba despectivamente de "gallos de corral", Eulalia Ares fue a Santiago del Estero en procura de armas y a su regreso convocó a sus amigas a una reunión en la que convinieron atacar la casa de gobierno.
En la madrugada del 18 de agosto 23 mujeres se encontraron en la iglesia donde cambiaron sus faldas por ropa de hombre y dirigidas por Eulalia Ares, secundadas por un fabricante de imágenes de santos, Daniel Palacio, y algunos hombres del pueblo contratados a esos efectos, tomaron el cuartel del Cabildo sorprendiendo a la guardia dormida, tras lo que acompañadas por algunos oficiales que se les habían unido se dirigieron a la casa del gobernador.
Pistola en mano Eulalia Ares exigió a Omill que se entregase pero se inició un tiroteo con los guardias, el que Omill aprovechó para huir saltando las paredes del fondo de su casa a pedir ayuda a los frailes del convento de San Francisco, quienes le prestaron un hábito y un caballo pudiendo huir a Tucumán.
Ya en control de la situación y mientras esperaba la llegada de Vildoza con nuevas tropas, Eulalia Ares dispuso medidas para la defensa de la casa de gobierno, desconociendo aún su paradero ordenó la detención de Moisés Omill y convocó a una reunión en el Cabildo, que horas más tarde presidía. Durante esas horas como gobernadora de hecho, ordenó rezos de acción de gracias por el triunfo de la revolución, que se engalanaran los frentes de las casas y que se distribuyeran limosnas a los pobres. Organizó finalmente un plesbicito que eligió gobernador a Pedro Cano hasta el regreso del titular, Ramon Rosa Correa, el que regresó de Santiago del Estero recién 12 dias despues, asumiendo el mando el 30 de agosto de 1862.
Omil, desde Tucumán, solicitó la gestión del general Wenceslao Paunero ante el general Bartolomé Mitre para que interviniera Catamarca, pero la decisión ya había sido tomada. Ante la escalada de la situación los liberales tucumanos acusaron a los gobiernos de ambas provincias como responsables de la peligrosa situación y pidieron la intervención nacional. Frente al estado de guerra civil en la provincia y el conflicto de fondo entre Tucumán y Santiago, el 16 de agosto de 1862 el Congreso Nacional había autorizado al ejecutivo a intervenir Catamarca, resultando designado el senador por Salta general Anselmo Rojo, viejo opositor de Omil, quien contra la previsión de éste confirmó a Correa, mientras el Congreso Nacional hacía llegar a Eulalia Ares su agradecimiento "por su noble cooperación al restablecimiento de la paz y el orden constitucional del país".
Pero Correa no pudo gobernar: en abril de 1863 la tropa se amotinó y saqueó la ciudad quemando el archivo oficial, con lo que Correa tuvo que delegar el mando en el comandante Víctor Maubecín, apoyado por los Taboada.

Juana Azurduy de Padilla



Juana Azurduy de Padilla (La Plata (hoy Sucre), 12 de julio de 1780 - 25 de mayo de 1862) fue una patriota guerrillera del Alto Perú (actual Bolivia), que acompañó a su esposo Manuel Ascencio Padilla en el liderazgo de la Republiqueta de La Laguna en las luchas por la emancipación en el Virreinato del Río de la Plata.
Nació en La Plata, actual Sucre, Provincia de Oropeza, Departamento de Chuquisaca y murió en la misma ciudad el 25 de mayo de 1862.
A la muerte de su esposo asumió la comandancia de las guerrillas que conformaban la luego denominada Republiqueta de La Laguna, por lo que es honrada su memoria en la Argentina y en Bolivia. Hablaba el castellano y quechua. Se educó en el prestigioso Convento de Santa Teresa de Chuquisaca.
El año de su nacimiento la ciudad de La Paz fue sitiada por Tupaj Katari y Bartolina Sisa, alzados en armas en apoyo a Túpac Amaru.
Azurduy y su esposo Padilla se sumaron a la Revolución de Chuquisaca que el 25 de mayo de 1809 destituyó al presidente de la Real Audiencia de Charcas, en la que tuvo protagonismo Juan Antonio Álvarez de Arenales. Ligados con las expediciones enviadas desde Buenos Aires, al mando primero de Antonio González Balcarce y luego del General Manuel Belgrano, combatieron a los realistas defendiendo la zona comprendida entre Chuquisaca y las selvas que mediaban hacia Santa Cruz de la Sierra. Vio morir a sus cuatro hijos y combatió embarazada de su quinta hija.
Tras la derrota del Ejército del Norte en la Batalla de Guaqui el 20 de junio de 1811, los realistas al mando de José Manuel de Goyeneche recuperaron el control del Alto Perú y las propiedades de los Padilla junto con las cosechas y sus ganados fueron confiscadas, siendo apresada Juana Azurduy y sus hijos, pero Padilla logró rescatarlos refugiándose en las alturas de Tarabuco.
En 1813 Padilla y Juana Azurduy se pusieron a las órdenes de Belgrano, nuevo jefe del Ejército Auxiliar del Norte, llegando a reclutar 10.000 milicianos. Durante la Batalla de Vilcapugio, Padilla y sus milicianos debieron transportar la artillería sin participar en el combate. Juana Azurduy organizó luego el "Batallón Leales" que participó en la Batalla de Ayohuma el 9 de noviembre de 1813, que significó el retiro de los ejércitos argentinos del Alto Perú. A partir de ese momento Padilla y sus milicianos se dedicaron a realizar acciones guerrilleras contra los realistas.
Azurduy lideró la guerrilla que atacó el cerro de Potosí, tomándolo el 8 de marzo de 1816. Debido a su actuación, tras el triunfo logrado en el Combate del Villar recibió el rango de teniente coronel por un decreto firmado por Juan Martín de Pueyrredón, Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, el 13 de agosto de 1816. Tras ello, el general Belgrano le hizo entrega simbólica de su sable.
El 14 de noviembre de 1816 fue herida en la Batalla de La Laguna, su marido acudió a rescatarla y en este acto fue herido de muerte.
El cambio de planes militares, que abandonó la ruta altoperuana para combatir a los realistas afincados en el Perú por vía chilena, disminuyó el apoyo logístico a la guerrilla comandada por Azurduy, que se replegó hacia el sur, uniéndose finalmente a Martín Miguel de Güemes. A la muerte de Güemes, en 1821, se vio reducida a la pobreza.
En 1825, el Libertador Simón Bolívar, luego de visitarla y ver la condición miserable en que vivía, avergonzado la ascendió al grado de Coronel y le otorgó una pensión. Al salir, le comentó a Sucre: «Este país no debería llamarse Bolivia en mi homenaje, sino Padilla o Azurduy, porque son ellos los que lo hicieron libre». En Charcas conoció a otra mujer extraordinaria de la independencia americana, Manuela Sáenz, también con el grado de Coronel, quien le escribió:
El Libertador Bolívar me ha comentado la honda emoción que vivió al compartir con el General Sucre, Lanza y el Estado Mayor del Ejército Colombiano, la visita que realizaron para reconocerle sus sacrificios por la libertad y la independencia. El sentimiento que recogí del Libertador, y el ascenso a Coronel que le ha conferido, el primero que firma en la patria de su nombre, se vieron acompañados de comentarios del valor y la abnegación que identificaron a su persona durante los años más difíciles de la lucha por la independencia. No estuvo ausente la memoria de su esposo, el Coronel Manuel Asencio Padilla, y de los recuerdos que la gente tiene del Caudillo y la Amazona.
Manuela Sáenz, 8 de diciembre de 1825
Posteriormente el general Sucre le aumentó su pensión, que apenas le alcanzaba para comer, pero dejó de percibirla en 1830 debido a los vaivenes políticos. En una carta escrita en ese año, cuando vagaba por las selvas del Chaco argentino:
"A las muy honorables juntas Provinciales: Doña Juana Azurduy, coronada con el grado de Teniente Coronel por el Supremo Poder Ejecutivo Nacional, emigrada de las provincias de Charcas, me presento y digo: Que para concitar la compasión de V. H. y llamar vuestra atención sobre mi deplorable y lastimera suerte, juzgo inútil recorrer mi historia en el curso de la Revolución.(...)Sólo el sagrado amor a la patria me ha hecho soportable la pérdida de un marido sobre cuya tumba había jurado vengar su muerte y seguir su ejemplo; mas el cielo que señala ya el término de los tiranos, mediante la invencible espada de V.E. quiso regresase a mi casa donde he encontrado disipados mis intereses y agotados todos los medios que pudieran proporcionar mi subsistencia; en fin rodeada de una numerosa familia y de una tierna hija que no tiene más patrimonio que mis lágrimas; ellas son las que ahora me revisten de una gran confianza para presentar a V.E. la funesta lámina de mis desgracias, para que teniéndolas en consideración se digne ordenar el goce de la viudedad de mi finado marido el sueldo que por mi propia graduación puede corresponderme".
Pasó varios años en Salta solicitando al gobierno boliviano, ya independiente, sus bienes confiscados. La pensión que le habían otorgado le fue quitada en 1857 bajo el gobierno de José María Linares. Murió indigente el día 25 de mayo de 1862 cuando estaba por cumplir 82 años y fue enterrada en una fosa común.
Sus restos fueron exhumados 100 años después, para ser guardados en un mausoleo que se construyó en su homenaje en la ciudad de Sucre.

Manuelita Rosas



Manuela Rosas de Terrero, más conocida como Manuelita Rosas (Buenos Aires, Provincias Unidas del Río de la Plata, 24 de mayo de 1817 - Londres, Reino Unido, 17 de septiembre de 1898) fue una personalidad política argentina, hija de Juan Manuel de Rosas y Encarnación Ezcurra.
Hasta el fallecimiento de su madre, en 1838, ésta ejerció una importante influencia política y social en la política de la provincia de Buenos Aires, de la que Rosas era gobernador, mientras Manuela permaneció en un segundo plano. A diferencia de su padre, mantenía algunas relaciones con su hermano Juan.
Tras la pérdida de su madre, Manuelita comenzó a ejercer de hecho como una Primera Dama, acompañando a su padre en ceremonias protocolares y recibiendo a embajadores extranjeros y representantes de los gobiernos de las provincias argentinas. Durante los años en que su padre permaneció en el poder fue un símbolo del Partido Federal; a diferencia del rígido carácter de su padre, aportaba en las relaciones públicas de éste gestos de humanidad y de dulzura, pero –a diferencia de su madre – nunca fue su consejera, ni organizó su partido.1
Manuela era íntima amiga de Camila O'Gorman, la joven muchacha que protagonizó una trágica historia de amor con un sacerdote bajo el mandato de Rosas. Además, Manuela tenía un romance con Máximo Terrero, hijo del amigo y socio de Rosas, Juan Nepomuceno Terrero. No obstante esa relación de amistad, su padre se oponía al matrimonio de su hija.
Sólo después de que Rosas fuera derrocado por Justo José de Urquiza en 1852, y cuando ambos habían emigrado a Inglaterra, Manuelita y Máximo pudieron concretar su matrimonio, aún sin el permiso del general, que se quejaba a sus visitantes de haber sido "abandonado" por su hija.2
Tuvieron dos hijos, Mariano Máximo en 1856 y Rodrigo Tomás en 1858, ambos nacidos en Gran Bretaña. Tenía una activa vida social, e incluso animó a varios ingleses a instalarse en la Argentina, entre ellos quien sería el futuro general Ignacio Fotheringham. Continuó durante los años de su exilio visitando a su padre hasta su fallecimiento, en 1877, cuyos funerales presidió.
Manuelita falleció en Londres en 1898, después de haber llevado una vida tranquila en el exilio y sin haber regresado a la Argentina desde la Batalla de Caseros.

Encarnación Ezcurra



Encarnación Ezcurra (Buenos Aires, 25 de marzo de 1795 - íd., 20 de octubre de 1838) fue una mujer y política argentina, esposa de Juan Manuel de Rosas.
Era hija de Juan Ignacio Ezcurra y Teodora de Arguibel, y contrajo matrimonio con Rosas el 16 de marzo de 1813. La anécdota tradicional cuenta que — de acuerdo con Juan Manuel — la entonces adolescente escribió una carta a éste, enviada con toda intención para ser leída por la madre de Rosas, en que supuestamente le confesaba estar embarazada, buscando así conseguir la anuencia de sus madres para un enlace estimado como temprano e inconveniente.
Desde ese momento se convertiría en la más fiel seguidora política de su marido, ayudándolo en las circunstancias más difíciles. Su rol como impulsora de la Revolución de los Restauradores e impulsora de la Sociedad Popular Restauradora, mientras su marido se encontraba sobrellevando la Conquista del Desierto, le aseguró a su marido los 17 años de control después de 1835, ya que la mencionada revolución derrocó a Juan Ramón González Balcarce y la sociedad anteriormente mencionada presionó a todos los gobiernos interinos, asegurándole a Rosas el deseo público de que se hiciera efectivo su retorno al gobierno y provocó que la Junta de Representantes, la encargada de designar gobernadores, viera a su esposo como la única opción para restablecer el orden social en la provincia.
A partir de estos hechos, y del triunfo de su marido en la Conquista del Desierto se le atribuyó el título de Heroína de la Santa Federación. Es particularmente notable que en aquella época, signada de prejuicios y con nula participación femenina en la política, una mujer haya logrado tan altas responsabilidades.
Su muerte fue imprevista, a la edad de 43 años. Aún hoy los historiadores discuten las causas médicas: se cree que pudo haber sido un paro cardiorrespiratorio o algo similar. Su defunción, sin embargo, estuvo cargada de un amplio duelo popular y político, a tal punto que 25.000 personas (sobre un total de 60.000 habitantes de la época) asistieron a su sepelio y a la procesión del féretro desde el Fuerte hasta el Convento de San Francisco. El cortejo fúnebre fue pagado por la Junta de Representantes, a la cual el gobernador Rosas agradeció formalmente la inversión el 1 de noviembre de 1838.

María Remedios del Valle



María Remedios del Valle fue una de las llamadas «niñas de Ayohúma», aquellas que asistieron al derrotado ejército de Manuel Belgrano en la batalla de Ayohúma. De origen afroargentino, actuó como auxiliar en las Invasiones Inglesas y tras la Revolución de Mayo acompañó como auxiliar y combatiente al Ejército del Norte durante toda la guerra de Independencia de la Argentina lo que le valió el tratamiento de «capitana» y de «Madre de la Patria» y, al finalizar sus días, el rango de sargento mayor del Ejército.
Nacida en la ciudad de Buenos Aires, entonces capital del Virreinato del Río de la Plata, parda según el sistema de castas, durante la Segunda invasión inglesa al Río de la Plata, María Remedios del Valle auxilió al Tercio de Andaluces, uno de los cuerpos milicianos que defendieron con éxito la ciudad, y según el parte del comandante de ese cuerpo «Durante la campaña de Barracas, asistió y guardó las mochilas para aligerar su marcha a los Corrales de Miserere».
Al producirse la revolución del 25 de mayo de 1810 y organizarse la primera expedición auxiliadora al Alto Perú, conformando lo que luego se denominaría Ejército del Norte, el 6 de julio de 1810 Del Valle se incorporó a la marcha de la 6° Compañía de artillería volante del Regimiento de Artillería de la Patria al mando del capitán Bernardo Joaquín de Anzoátegui, acompañando a su marido y sus dos hijos (uno adoptivo), quienes no sobrevivirían a la campaña.4
María Remedios del Valle continuó sirviendo como auxiliar durante el exitoso avance sobre el Alto Perú, en la derrota de Huaqui y en la retirada que siguió. En vísperas de la batalla de Tucumán se presentó ante el general Manuel Belgrano para solicitarle que le permitiera atender a los heridos en las primeras líneas de combate. Belgrano, reacio por razones de disciplina a la presencia de mujeres entre sus tropas, le negó el permiso, pero al iniciarse la lucha Del Valle llegó al frente alentando y asistiendo a los soldados quienes comenzaron a llamarla la «Madre de la Patria». Tras la decisiva victoria, Belgrano la nombró capitana de su ejército.
Tras vencer en la batalla de Salta, Belgrano fue derrotado en Vilcapugio y debió replegarse. El 14 de noviembre de 1813 las tropas patriotas se enfrentaron nuevamente a las realistas en la batalla de Ayohúma y fueron nuevamente derrotadas. María de los Remedios del Valle combatió, fue herida de bala y tomada prisionera. Desde el campo de prisioneros ayudó a huir a varios oficiales patriotas. Como medida ejemplificadora, fue sometida a nueve días de azotes públicos que le dejarían cicatrices de por vida. Pudo escapar y reintegrarse al ejército argentino donde continuó siguiendo a las fuerzas de Martín Miguel de Güemes y Juan Antonio Álvarez de Arenales, empuñando las armas y ayudando a los heridos en los hospitales de campaña.
Finalizada la guerra y ya anciana, del Valle regresó a la ciudad de Buenos Aires, donde se encontró reducida a la mendicidad.

Martina Céspedes:


Martina Céspedes: (no hay foto)
Durante las jornadas de lucha de las invasiones ingleses, doce soldados ingleses se metieron en la casa de doña Martina Céspedes, madre de tres hijas.
Doña Martina y sus tres hijas los recibieron cordialmente y les sirvieron bebidas con generosidad, hasta que los doce fiesteros ingleses terminaron totalmente en curda y encerrados en una pieza, hasta que fueron entregados a Liniers por Doña Martina. Por la hazaña recibió el cargo de “Sargento Mayor con goce de sueldo y uso de uniforme”.

Manuela Pedraza






Manuela Pedraza (n. Tucumán, Provincias Unidas del Río de la Plata), fue defensora de la ciudad de Buenos Aires durante la Primera invasión inglesa de 1806 y considerada de participación heroica.
Luchó contra la invasión inglesa a Buenos Aires los días 10, 11 y 12 de agosto de 1806 junto a su marido hasta el último día en la batalla de la plaza mayor donde las fuerzas de Santiago de Liniers rodearon La Fortaleza (Hoy Casa Rosada sede del Gobierno).
La llamaban "Manuela la tucumanesa". Se insertó junto al Batallón de Patricios, en medio del fuego de metralla del bando inglés usando un fusil.
En la batalla del 11 de agosto de 1806 matan a su esposo y ella persigue y mata al soldado inglés atravesándolo con la bayoneta y matando a otro con el fusil que recogió de su marido muerto en combate.
Al término de la lucha, el comandante Liniers la integra al Batallón de Patricios y le da el grado de Alférez y con goce de sueldo. El parte de Santiago de Liniers que se encuentra en el Museo del Cabildo dice:
"No debe omitirse el nombre de la mujer de un cabo de Asamblea, llamada Manuela la Tucumanesa, que combatiendo al lado de su marido con sublime entereza mató un inglés del que me presentó el fusil"
Manuela termina trastornada y en la miseria. Una calle de la ciudad que ayudo a reconquistar lleva su nombre.

Mujeres protagonistas de la historia



Mariquita Sánchez de Thompson:
María Josepha Petrona de Todos los Santos Sánchez de Velazco y Trillo, más conocida como Mariquita Sánchez de Thompson, (Buenos Aires, 1 de noviembre de 1784 – Buenos Aires, 23 de octubre de 1868) fue una patriota argentina.
Su origen y sus dos matrimonios le aseguraban una posición social de "primera línea", pero demostró que su personalidad bastaba para colocarla en el nivel que ocupó. Llenó muchas páginas de la pequeña historia y se convirtió en símbolo de la mujer argentina del pasado por la brillantez de su desempeño y la franqueza de sus actitudes. Nacida en Buenos Aires el 1º de noviembre de 1786, fueron sus padres el granadino Cecilio Sánchez de Velazco y la porteña Magdalena Trillo. Antes de cumplir quince años se enamoró de su primo Martín Thompson y se comprometió, contra la opinión de sus padres. Empecinada, se presentó al virrey Sobremonte para que dejase sin efecto los arreglos que había hecho la madre -el padre ya había muerto- para casarla con Diego del Arco. Cerca de un año después de iniciado el juicio, los enamorados obtuvieron la autorización y la boda se realizó el 29 de julio de 1805.
A partir de entonces, la vida de Mariquita estuvo ligada a los acontecimientos públicos. Abrazó con fervor la causa de la libertad y colaboró con todas las empresas patrióticas. Su casa de la calle Umquera, hoy Florida, acogió a las personalidades, atraídas por la hospitalidad graciosa y espiritual de la dueña. Los problemas más delicados eran debatidos allí, lo mismo que los temas literarios. En ese célebre salón se cantó por primera vez la canción patria, el 14 de mayo de 1813. Cinco hijos nacieron en tanto: Clementina en 1807, Juan en 1809, Magdalena en 1811, Florencia en 1812 y Albina en 1817. Este último año marcó una desgracia. Thompson, enviado a los EEUU, enloqueció y murió en el viaje de regreso. En 1820 la viuda, muy admirada, contraía nuevo matrimonio, esta vez con Washington de Mendeville, francés expatriado cuya conducta le deparó muchos sinsabores, que terminaron en separación, disimulada por las funciones diplomáticas del marido fuera del país. Aquí había sido cónsul y muchos años más tarde Mariquita reveló, en carta a Alberdi, las miserias de su vida con Mandeville. De este matrimonio tuvo un hijo: Julio. Cuando Rivadavia fundo la Sociedad Benéfica requirió la ayuda de Mariquita, que fue fecunda y entusiasta. Durante el gobierno de Rosas se exilió, a pesar de la vieja amistad que existía, pues tomo partido por los opositores, entre los que estaba su hijo Juan. Hacía algún viaje a Buenos Aires, pero su hogar estaba en Montevideo. En 1846 fue a Río de Janeiro y al año siguiente volvió a Montevideo, donde permaneció hasta después de la Batalla de Caseros. Reanudó su labor en la Sociedad de Beneficencia, de la que había sido presidenta en 1830 y 1832, y su salón volvió a brillar como antaño, acogiendo cuanto tuviese que ver con la cultura y el patriotismo. En 1866 y 1867 volvió a presidir la Sociedad de Beneficencia todavía en plena capacidad intelectual, pues trabajaba y escribía cartas admirables. La muerte le llegó el año siguiente, el 23 de octubre de 1868.
Históricamente se ha representado a esta mujer como un personaje más en la historia argentina, relegándola al hecho de haber interpretado el 14 de mayo de 1813 por vez primera en su célebre salón el Himno Nacional Argentino. Pero en realidad, Mariquita Sánchez de Thompson fue una de las primeras mujeres argentinas políticamente activas.1 Su casa de la calle Umquera, hoy calle Florida, acogió a las personalidades de la causa revolucionaria de 1810, atraídas por la hospitalidad de la dueña. Los asuntos más delicados se debatían allí, así como los temas literarios.
Era una fina cronista de los sucesos que conformaron luego la historia fundacional de Argentina como república y tenía conciencia de la proyección histórica que podían tener sus escritos. En más de una ocasión sus actitudes fueron consideradas políticamente incorrectas e incluso respondía con tácticas retóricas agudas.1
Formó parte de la Sociedad de Beneficencia, siendo una de las fundadoras, primera secretaria de la institución en 1823 y presidenta de la misma entre 1830 y 1832. A ésta se le encomendaban las escuelas y colegios de mujeres de toda la provincia de Buenos Aires. También administraba hospitales y casas de huérfanos.

Algo Habrán Hecho Cap. 2 Parte 2

http://www.youtube.com/watch?v=7adKMMkeigQ&feature=relmfu

Algo Habrán Hecho. Cap 2 Parte 3

http://www.youtube.com/watch?v=w8ryJGzpsBI&feature=relmfu

viernes, 20 de abril de 2012

Algo habrán hecho... Cap 1- Parte 1,2 y 3

http://www.youtube.com/watch?v=SNfFd2qRHVk&feature=relmfu
http://www.youtube.com/watch?v=mQkfbGulzaA&feature=relmfu
http://www.youtube.com/watch?v=cvR_dr0dvkQ&feature=relmfu




Bicentenario: los chicos piensan

http://portal.educ.ar/noticias/entrevistas/bicentenario-los-chicos-piensa.php

entrevista_03.jpg

Microentrevistas que grabamos con chicos de tres escuelas argentinas. Los chicos plantean preguntas en torno a esta fecha tan importante de la historia de nuestro país y hablan sobre lo que significa para ellos la libertad, la independencia, la patria, la revolución y el pueblo a partir de lo que pasó en Mayo de 1810, pero también sobre lo que estas ideas representan para ellos hoy, en su vida. Y tres historiadores contestaron luego a sus preguntas, en el marco de los festejos públicos del Bicentenario.

jueves, 19 de abril de 2012

Grande QUINO!!!


Chiste y política





Algunos chistes...




León Gieco "Cinco siglos igual"

Cinco siglos igual.http://grooveshark.com/#!/search?q=cinco+siglos+igual


Soledad sobre ruinas, sangre en el trigo rojo y amarillo,
manantial del veneno, escudo heridas,
cinco siglos igual.
Libertad sin galope, banderas rotas, soberbia y mentiras,
medallas de oro y plata contra esperanza,
cinco siglos igual.
En esta parte la tierra la historia se cayó,
como se caen las piedras
aun las que tocan el cielo
o están cerca del sol,
o están cerca del sol.

Desamor, desencuentro, perdón y olvido,
cuerpo con mineral, pueblos trabajadores, infancias pobres,
cinco siglos igual.
Lealtad sobre tumbas, piedra sagrada,
Dios no alcanzó a llorar, sueño largo del mal,
hijos de nadie,
cinco siglos Igual.

Muerte contra la vida, gloria de un pueblo desaparecido.
Es comienzo, es final, leyenda perdida cinco siglos igual.
En esta parte de la tierra la historia se cayo, 
como se caen las piedras aun las que tocan el cielo
o están cerca del sol,
o están cerca del sol. 
Es tinieblas con flores, revoluciones
y aunque muchos no están nunca
nadie pensó besarte los pies.

martes, 17 de abril de 2012

Arbolito, para los que pedían canciones que hablen de la historia de los pueblos originarios!!!

http://www.youtube.com/watch?v=dMQfTa5Y4D4&feature=related


Oye mi niño parece ha cambiado la suerte
son esos hombres de arriba cargados de muerte
traen sus armas que queman la piel si te dan
quieren quedarse las tierras los bosques y el mar.
Cómo explicarte mi niño algo que yo no entiendo
vienen cerrando los campos y poniendo dueños
y en su camino salvaje bañando de sangre
todas las cosas que el sol ilumina en la tarde.
Arbolito...
tu lanza nuestro camino,
Arbolito...
las pampas son tu destino.
El coronel y su tropa avanzan por la tierra
traen de Europa el más nuevo manual de la guerra
indios salvajes que no tienen Dios ni gobierno
van a tener que aprender a morir como perros!
Un joven indio ya harto de tanta prepotencia
tantos hermanos caídos vengarlos quisiera
ansioso espera a la tropa que ahí viene, que ahí llega
volteó al valiente coronel... y le cortó la cabeza!
Arbolito...
tu lanza nuestro camino,
Arbolito...
las pampas son tu destino
Arbolito...
tu lanza nuestro camino
Arbolito...
la tierra nos nace en el grito!

"De igual a igual" por Los Tipitos

http://grooveshark.com/#!/search?q=los+tipitos


Soy bolita en Italia,
soy colombo en Nueva York,
soy sudaca por España
y paragua de Asunción

Español en Argentina,
alemán en Salvador,
un francés se fue pa' Chile,
japonés en Ecuador

El mundo está amueblado
con maderas del Brasil
y hay grandes agujeros
en la selva misionera

Europa no recuerda
de los barcos que mandó
Gente herida por la guerra
esta tierra la salvó

Si me pedís que vuelva otra vez donde nací
yo pido que tu empresa se vaya de mi país
Y así será de igual a igual
Y así será de igual a igual

Tico, nica, el boricua,
arjo, mejo, el panameño
hacen cola en la Embajada
para conseguir un sueño

En tanto el gran ladrón,
lleno de antecedentes,
si lo para Inmigración
pide por el presidente

Los llamados ilegales
que no tienen documentos
son desesperanzados
sin trabajo y sin aliento

Ilegales son los que
dejaron ir a Pinochet
Inglaterra se jactaba
de su honor y de su ley

Museo de la Ciudad

http://www.museodelaciudad.org.ar/


Visitas guiadas


Realizamos visitas guiadas para grupos escolares, otras instituciones educativas y público en general. Las mismas incluyen:
  • Un recorrido por la historia del Parque de la Independencia dentro del Programa El Parque Explorado.
  • La muestra permanente Farmacia Dinamarca, una antigua botica fundada en 1881, donde se expone su original mobiliario, sus objetos de laboratorio y los envases conteniendo drogas de época.
  • La muestra temporaria en cartel aportando conocimientos sobre nuestra historia urbana.

SOLICITAR TURNOS

Solicite turnos al (0341) 480-8665.
Nuestro horario para visitas es de martes a viernes de 9 a 17 hs.
Para un mejor aprovechamiento de la visita, se sugiere a los docentes:
  • Que los grupos no excedan la cantidad de 30 alumnos, para que todos puedan apreciar los distintos objetos expuestos, escuchar las explicaciones y preguntar lo que no comprendan. En caso contrario se dividirá al grupo en dos turnos correlativos dentro del mismo día.
  • Que concurran con los alumnos previamente motivados, con algún conocimiento sobre el tema de la muestra, para que puedan comprender lo que observan y ser partícipes activos de la experiencia.
  • Colaborar con el guía, para facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje, realizando los aportes que crean necesarios para mejorar la comprensión del tema.

Museo Histórico Provincial Julio Marc

http://www.museohistoricomarc.org.ar/


Visitas guiadas
Turnos: Martes a viernes.
Turno mañana: 9:30 y 10:30 hs.
Turno tarde: 14:30 y 15:30 hs.
Duración: 45 minutos.
Cantidad de alumnos por turno:máximo 30.
Reservas:
con 15 días de anticipación, de martes a viernes de 10 a 15 hs.
Teléfono:
(54) 0341 - 4721457.
Email:
educacion@museohistoricomarc.org.ar

Museo de la Memoria Rosario

http://www.museodelamemoria.gob.ar/


Recorridos

Los integrantes de la comunidad educativa están invitados realizar visitas guiadas al Museo de la Memoria. Los interesados pueden acceder a las mismas de acuerdo con el siguiente instructivo.
El Museo de la Memoria recibe a las delegaciones escolares, previa solicitud de turno, de martes a viernes a las 9.45 h, el turno mañana, y a las 13.45 h, el turno tarde.
EEMPAS y establecimientos terciarios, los jueves, a las 19 h.
El cupo máximo por grupo es de 40 personas. La duración de cada visita es de, aproximadamente, una hora y media.
Contribución voluntaria de $3 por persona.

  • Solicitar turno previamente.
  • El día de la visita presentar una carta dirigida al director del Museo que contenga los siguientes datos:
                                  - Nombre de la institución educativa.
                                  - Dirección.
                                  - Código postal y localidad (si no es de Rosario).
                                  - Teléfono.
                                  - Correo electrónico.

                                  - Nombre del docente a cargo.
                                  - Teléfono.
                                  - Correo electrónico.

                                  - Cantidad de alumnos.
                                  - Año que cursan.
                                  - Cantidad de docentes y de adultos acompañantes.

Contacto: educamemoria@rosario.gov.ar / (0341) 4802062

lunes, 16 de abril de 2012

La presidenta de la Nación anunció la expropiación de la empresa petrolera YPF

http://www.lacapital.com.ar/politica/La-presidenta-de-la-Nacion-anuncio-la-expropiacion-de-la-empresa-petrolera-YPF--20120416-0018.html

Un día para la historia... Soberanía Hidrocarburífera

http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-191984-2012-04-16.html

El 25 de Mayo de 1810, hora a hora

http://edant.clarin.com/suplementos/especiales/2002/05/20/l-392174.htm

Cine histórico. 25 de mayo de 1810

http://www.encuentro.gov.ar/Content.aspx?Id=599

Calle 13 "Latinoamérica"

http://grooveshark.com/#!/search?q=calle+13+latinoam%C3%A9rica


Soy,
Soy lo que dejaron,
soy toda la sobra de lo que se robaron.
Un pueblo escondido en la cima,
mi piel es de cuero por eso aguanta cualquier clima.
Soy una fábrica de humo,
mano de obra campesina para tu consumo
Frente de frio en el medio del verano,
el amor en los tiempos del cólera, mi hermano.
El sol que nace y el día que muere,
con los mejores atardeceres.
Soy el desarrollo en carne viva,
un discurso político sin saliva.
Las caras más bonitas que he conocido,
soy la fotografía de un desaparecido.
Soy la sangre dentro de tus venas,
soy un pedazo de tierra que vale la pena.
soy una canasta con frijoles ,
soy Maradona contra Inglaterra anotándote dos goles.
Soy lo que sostiene mi bandera,
la espina dorsal del planeta es mi cordillera.
Soy lo que me enseño mi padre,
el que no quiere a su patria no quiere a su madre.
Soy América latina,
un pueblo sin piernas pero que camina.

Tú no puedes comprar al viento.
Tú no puedes comprar al sol.
Tú no puedes comprar la lluvia.
Tú no puedes comprar el calor.
Tú no puedes comprar las nubes.
Tú no puedes comprar los colores.
Tú no puedes comprar mi alegría.
Tú no puedes comprar mis dolores.

Tengo los lagos, tengo los ríos.
Tengo mis dientes pa` cuando me sonrío.
La nieve que maquilla mis montañas.
Tengo el sol que me seca  y la lluvia que me baña.
Un desierto embriagado con bellos de un trago de pulque.
Para cantar con los coyotes, todo lo que necesito.
Tengo mis pulmones respirando azul clarito.
La altura que sofoca.
Soy las muelas de mi boca mascando coca.
El otoño con sus hojas desmalladas.
Los versos escritos bajo la noche estrellada.
Una viña repleta de uvas.
Un cañaveral bajo el sol en cuba.
Soy el mar Caribe que vigila las casitas,
Haciendo rituales de agua bendita.
El viento que peina mi cabello.
Soy todos los santos que cuelgan de mi cuello.
El jugo de mi lucha no es artificial,
Porque el abono de mi tierra es natural.

Tú no puedes comprar al viento.
Tú no puedes comprar al sol.
Tú no puedes comprar la lluvia.
Tú no puedes comprar el calor.
Tú no puedes comprar las nubes.
Tú no puedes comprar los colores.
Tú no puedes comprar mi alegría.
Tú no puedes comprar mis dolores.

Você não pode comprar o vento
Você não pode comprar o sol
Você não pode comprar chuva
Você não pode comprar o calor
Você não pode comprar as nuvens
Você não pode comprar as cores
Você não pode comprar minha felicidade
Você não pode comprar minha tristeza

Tú no puedes comprar al sol.
Tú no puedes comprar la lluvia.
(Vamos dibujando el camino,
vamos caminando)
No puedes comprar mi vida.
MI TIERRA NO SE VENDE.

Trabajo en bruto pero con orgullo,
Aquí se comparte, lo mío es tuyo.
Este pueblo no se ahoga con marullos,
Y si se derrumba yo lo reconstruyo.
Tampoco pestañeo cuando te miro,
Para q te acuerdes de mi apellido.
La operación cóndor invadiendo mi nido,
¡Perdono pero nunca olvido!

(Vamos caminando)
Aquí se respira lucha.
(Vamos caminando)
Yo canto porque se escucha.

Aquí estamos de pie
¡Que viva Latinoamérica!

No puedes comprar mi vida.